Yo sentí el llamado de mi Dios cuando tuve a mis hijos y fui a trabajar por ellos. Tenía que ponerme en las manos del Señor y tuve la dicha de estar más tiempo en la Iglesia donde aprendí de la fe y en los Apóstoles de Jesús y María a abandonarme en Dios, por ello siempre le daré gracias.
Capilla San Damián.